Hoy siento la lluvia en mí
agua turbulenta, silencio descorazonado
nada insiste, ni nadie tampoco
por eso soy agua fuerte
animal despedazado.
Triste recoveco de un tiempo
que al venir espantó sus alas
y cayó en esta soledad desprevenida.
Diluvio de tazas en un café de Agosto
palabras, palabras.
Diluvio con figuras casi humanas
portada de Cortázar, imagen de rayuela.
Ayer nomás fui una llovizna tenue
perdida en alguna callejuela
de este Corrientes sin horas.
Decían mi nombre, y yo estaba allí
preguntaban por mi sombra y chocaban
con el sudor de las hojas ya gastadas
de los libros no leídos
de las palabras no dichas.
Hasta que la llovizna pasó a ser
lluvia inmensa
paginas y paginas con un solo lector
el silencio acumulado.
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